Mañana de sábado y salgo a dar uno de mis paseos fotográficos por el centro histórico de Salamanca.
Me entretengo haciendo fotografías de sombras. Cuando estoy «disparando» en la puerta más bonita de la Plaza (al menos para mi), se acerca un hombre y me pregunta si soy Javi Calvo.
Se presenta, es Ángel Holgado, un fotógrafo salmantino del que hacía sólo una semana me habían hablado los alumnos del workshop de calle.
Tomamos un café, charlamos un poco, y me invita a dar un paseo fotográfico con otros dos amigos que se unen poco después.
Llegamos a la Plaza de Anaya y mis ojos se fijan en las escaleras del Palacio del mismo nombre, ese que alberga la Facultad de Filología. Allí está ella totalmente relajada, casi dormida…lo siguiente…esto…
