La boda en Ávila de Iago y Alba se llevó a cabo en un escenario verdaderamente impresionante. El Parador de Ávila fue el lugar elegido para los preparativos. Mientras la celebración tuvo lugar en el Lienzo Norte, con la majestuosa […]
La boda en Ávila de Iago y Alba se llevó a cabo en un escenario verdaderamente impresionante.
El Parador de Ávila fue el lugar elegido para los preparativos. Mientras la celebración tuvo lugar en el Lienzo Norte, con la majestuosa Muralla de Ávila como testigo.
En esta entrada, te llevaremos a través de la boda en Ávila de Iago y Alba, una celebración inolvidable en un entorno histórico.
La preboda de esta pareja ya nos había dejado ver que el día de su enlace sería un día lleno de momentos felices, nostálgicos, familiares, desenfadados…
Los preparativos tuvieron lugar en el Parador Nacional de Ávila, un palacio medieval lleno de encanto y tradición.
Tanto Alba como Iago eligieron este lugar para, junto a sus familiares más directos, llevar a cabo los preparativos.
La ceremonia tuvo lugar en los impresionantes exteriores del Palacio de Congresos de Ávila, al que los abulenses llamamos familiarmente Lienzo Norte ya que se encuentra precisamente enfrente de la cara norte de la magnífica Muralla de Ávila.
Este escenario histórico añadió un toque de grandeza y belleza a la ocasión.
Los invitados se maravillaron ante la vista panorámica de la antigua muralla, una obra maestra arquitectónica que añadió un ambiente mágico a la ceremonia.
La ceremonia civil fue emotiva y llena de significado. Iago y Alba intercambiaron votos y promesas frente a sus seres queridos.
Las lágrimas y las sonrisas llenaron el aire, mientras todos celebraban la unión de esta pareja.
Después de la ceremonia, los invitados disfrutaron de una recepción al aire libre en los jardines del Palacio de Congresos. La comida exquisita y el buen vino crearon una experiencia gastronómica inolvidable. Las risas y el baile llenaron la noche.
La boda en Ávila de Iago y Alba fue una celebración llena de amor y felicidad en un entorno histórico incomparable.
El Parador de Ávila y los exteriores del Palacio de Congresos, con la Muralla de Ávila como telón de fondo, crearon una atmósfera mágica.
La belleza de la ciudad y el amor palpable en el aire hicieron de esta boda un evento verdaderamente memorable.
