Primer sábado de marzo. Debo admitir que estoy nervioso.
Llevo un par de días acostándome tarde y hoy ha tocado madrugar, hay que estar pronto en el aula.
Llega el momento de empezar. Me alegra volver a ver a gente que ya ha participado en otros cursos de fotografía o workshop de calle.
Comenzamos… encuadres, planos, comentarios… Incisos… hablamos de pitagóricos, de Fibonacci y sus conejos… paramos para tomar un café.
Contrastes y percepciones nos llevan a analizar compositivamente fotos de los más grandes. Klein, Bresson, Kudelka… planos, triángulos, círculos… la mañana se ha ido.
Breve parada para comer, siempre me pregunto lo mismo, ¿Cómo habrá salido la cosa?
Loli aparece con un bizcocho a mediodía (¡¡¡está de muerte!!!).
Llega la sesión de tarde. Cuatro nuevos asistentes con muchas ganas de pasarlo genial.
Parece mentira como aunque lo intentes, no hay dos cursos iguales.
Mismo temario pero distintos incisos.
Hablamos de muchos fotógrafos y recomendé algunos documentales que creo interesantes. A los de la sesión matutina ya os lo mando por mail…
Tratamos los mismos temas.
Acaba el curso y vuelvo a pensar si la gente se ha ido contenta…
Hago una entrada en Facebook y algunos de los comentarios son estos:
“Ha sido el curso más ameno y entretenido de todos. Ha sido un placer. Saludos” A.S.
“Gracias a ti, un curso muy recomendable!!!!!!” R.S.
“Gracias a ti!!!” S.L.
“Ha estado muy bien, merecen mucho la pena estos cursos. Gracias Javi” L.H.
“Gracias, Javi; ha sido muy interesante.” T.P.
“Pues la tarde también genial… Cosas pendientes para seguir compartiendo , eh Javi ?” L.M.
Más tranquilo me voy de cena, me esperan Gabriel Sánchez, Alberto Muriel Pina y José Ángel Barbero con las respectivas señoras…
Un día intenso, un día inolvidable.
Fotografía: Josef Kudelka
