Tatoo a Lucia

Documentar la realización de un Tatoo había sido algo que rondaba por mi cabeza desde hace tiempo.

Cuando Lucía me dijo que iba a realizarse uno, no dude en preguntarle si le importaría que durante la realización del mismo yo estuviera haciendo fotos del proceso.

Preguntamos a Victor Tovar, el tatuador, si le importaba que estuviera allí mientras realizaba el tatoo. Ningún problema, encantado, todo facilidades…

Nos pusimos manos a la obra, cada uno a lo suyo, el a tatuar, yo a disparar… Lucía mientras tanto se quejaba de vez en cuando (debe doler en ocasiones…).

Tras un par de horas decidimos descansar un poco… La rosa que se estaba tatuando empezaba a tomar forma definida…

Yo aprovecho para hacer alguna foto más mientras charlamos…

La tarde empieza a avanzar y la noche ha caído, es invierno y se notan que los días son cortos…

Victor sigue con su trabajo y empieza a dar color a la rosa…

La noche avanza, seguimos a lo nuestro, sin parar, fotos, colores, dolores… esto es un tatoo (admito que nunca me haré uno jajaja).

Victor se queda en casa de Lucía, sigue dando color a la rosa.Yo, antes de volver a casa, realizo alguna fotografía más…

Me despido de ellos, todo ha sido muy fácil, me lo han puesto en bandeja, he trabajado muy a gusto.

Pasan los días y Lucía y Victor empiezan a ver el resultado, comienzan a ver estas fotos, parece que les gustan.

La hinchazón del Tatoo ha bajado, y ya podemos ver el resultado del trabajo de Victor, la rosa ya está terminada, aunque quizás haya que retocar alguna parte del mismo.

Este es el resultado…

La experiencia ha sido genial, enriquecedora, gratificante. En ocasiones había poca luz, pero eso me da igual, la fotografía queda ahí.

Tardo meses en escribir esta entrada, no me preguntéis la razón, pero tardo en sacarlas a la luz.

Como digo muchas veces, no todo es Street…

Gracias Lucía, gracias Victor, espero que os guste esta entrada!